29 abr 2010

¿Valentía? ¿Miedo?



¿Cuántas noches me vistes llorando en silencio y no hicistes nada?
¿Cuántas?



Muchisimas ... Es más, supongo que a pesar del sentimiento desgarrador que se podía percibir en el ambiente, preferías seguir en tu mundo, tocando la guitarra, escuchando todo lo que decíamos, pero sin decir o pronunciar alguna palabra.
Siempre desde que tengo recuerdo, no hablábamos mucho, y yo debo de aceptar que tampoco hablaba mucho... Veía y sentía tanto dolor, que me preocupaba más... Por saber que era lo que me provocaba eso, y disfrutar del silencio aterrador que inundaba mi mente, sin saber a donde me dirigía, pero ante todo... Sin un sentimiento fijo en mi corazón.
Me sentía derrotada sin haber batallado. 
¿Cómo iba a hablar si nadie me escuchaba?
¿Cómo iba a aprender a decir te quiero? Si nadie, me lo enseñó. A veces me sentía sin corazón, y cuándo quería decir algo, me costaba más de lo que yo misma suponía, me ponía colorada sin razón, o simplemente me daba media vuelta y me iba. Huir... Eso siempre hacía sin razón de deducción. 
Muchas veces me quedaba observando sus actitudes con todas nosotras, 
y notaba un aire de grandeza semejante a su corazón en sus palabras. Y agachaba mi mirada por miedo a que diga algo que me lastime nuevamente. 
Yo misma cuándo escuchaba todo lo que decía, me preguntaba que era lo que se suponía que estaba haciendo mal, que era lo que me faltaba para sastifacerlos, porque supuestamente tenía que dar un ejemplo. 
La vida, me dejó atrás, y se llevó todo de mí.
Viví apresudaramente sin ser consciente de lo que vivía día a día, y siempre que me encontraba a pocas cuadras de mi casa. Lloraba porque no quería entrar...
Y cada vez que llegaba siempre pero siempre, tenían alguna que otra excusa para terminar dejando marcas en mi cuerpo.
Y para ser cada vez más odiosa en todo sentido, no me relacionaba con nadie, vivía a través de mis pensamientos, y de mi ser cada vez más moribundo.
Siempre quise tratar de entenderlos, 
siempre quise tratar de ponerme en su lugar. Y siempre llegué a la misma conclusión...
Fue culpa mía, siempre traté de "complacerlos" en absolutamente todo. Y a pesar del daño que me ocacionaban todos los días, nunca pensé en mí.




Nunca tuve esa valentía...




Pero lo más triste de todo es que sos un completo desconocido para mí. Aunque seas mi papá.

24 comentarios:

  1. Increíble texto. Me han saltado las lágrimas, es precioso.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  2. Me siento identificado. ¿Va a tu padre? El mío era prácticamente igual, se podría decir que nunca tuve padre...

    Cuidate.

    ResponderEliminar
  3. Yo tampoco te encuentro :/
    Búscame por mi e-mail:
    anaisquir@hotmail.com

    De todas formas hoy Facebook va un poco mal, esperemos que sea eso, jejeje.

    ResponderEliminar
  4. a veces las personas mas cercanas son las mas lejanas. vaya si conocere era sensacion de no querer entrar a casa. tambien hay marcas, no en mi cuerpo pero si en mi alma, que aun hoy por las mañanas no me deja respirar.
    que hacer cuando la base sobre la que uno se para, se nos viene abajo.
    un texto muy intenso.
    un gran saludo en la lejania.

    ResponderEliminar
  5. Siempre hay tiempo de conocerse...

    ResponderEliminar
  6. :) a mí me hubiese gustado tener otro padre, pero no fue así :) un abrazo con beso!!

    ResponderEliminar
  7. Cuando relatas cosas así de tu familia me dapor pensar en tantas cosas... no me gusta que no hayas tenido un padre, ni unas hermanas que te apoyara en todo. La vida te recompensará más que a nadie. Si ninguno de ellos te enseñó cosas tan esenciales como un "te quiero" tú puedes aprenderlas, y mejor, por tu cuenta :)

    Ánimo, Marina. :) un beso

    ResponderEliminar
  8. Gran escrito..
    Te deseo lo mejor.. Aunque tu padre no te dio todo el amor que te merecias, alguien de seguro llegara a tu vida y te amara como te mereces...
    Mucha suerte. Besos!!

    ResponderEliminar
  9. Hay amiga...Que decirte...
    Pensaba que el hecho de tratar de satisfacerlos tal vez no era el punto, porque si lo pensamos, nosotros tampoco estamos satisfecgos con ellos no?
    Entonces lo bueno, o lo sano, sería aceptarnos, tal cual somos, ellos a nosotras y nosotras a ellos...y mientras lo escribo tambien me digo a mi misma que soy una tonta, porque esto lo digo ahora, que ya no esta, pero, en su momento pensaba exactamente igual que vos...
    Tambien pensaba que no lo conocia...pero ahora se, que siempre supe mas de el de lo que creia, era mos muy iguales, y lo sentiamos solo que no fuimos capaces de decirlo, lo tomabamos como una especie de cobardia...
    Decir te quiero, o, perdoname, o simplemente preguntarnos como estabamos...
    No, esas cosas no existian...
    Y hoy...
    Mataria por preguntarle algo... y es que hoy precisamente no puedo.
    Ayer estaba ahi, al alcance de mis manos para tratar de convencer a las suyas de que tocaran a las mias... y nlo lo hice...
    Tenía sus ojos para seguir intentando que entendiera a los mios, y quizas no intente lo suficiente.
    POdía aunque fuera gritarle para que me escuchara y supiera que me pasaba, pero no queria...
    Hoy, necesito todo eso. Me arrepiento de haber perdido el timpo y de que las cosas, no hubieran sido para nosotros, como para cualquier padre e hijas totalmente normales.
    pero bueno...


    Me encanto tu texto, y me hizo llorar. Creo que ni hacia falta que te lo dijera.

    Un beso enorme y gracias por escribir!!!

    ResponderEliminar
  10. holaas..q hermoso texto, lleno de sentimientos, cuando era adolescente sentia algo = por mi viejo, todavia me cuesta tener un dialogo con él, mas alla de lo basico...
    a veces trato de ponerme en su lugar tambien...q se yo..a él nunca le enseñaron a decir te kiero tampoco...
    un abrazo
    David.V.

    ResponderEliminar
  11. Ay padres que nacieron para no serlo. muás

    ResponderEliminar
  12. En la relación padre e hijo cabe solo el aprendizaje, y en el que solo pueden participar padre e hijo…

    ResponderEliminar
  13. Si no te dio todo el amor que merecías.. no te conoció para saber que realmente lo merecías.
    Increíble texto.
    Besitos

    ResponderEliminar
  14. Si no lo valora, si no sabe apreciar todo lo qe tu le diste... no merece nada más.
    Besos.

    ResponderEliminar
  15. HERMOSO SIN PALABRAS =)
    http://loqueescribosobreti.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  16. me gusta mucho tu blog, son unas palabras tan hermosas!
    te sigo!
    bss~

    ResponderEliminar
  17. hoy regrese por aqui.
    me gusta mucho la imagen.
    un saludo desde la lejania.

    ResponderEliminar
  18. A veces es dificil llevar una buena relacion con los padres, es como si llevaran una venda en los ojos que les impidiera ver lo que nos pasa. Y es mas contradictorio saber que les importas pero a pesar de eso, en realidad no te conocen, porque tambien aunque no nos demos cuenta nosotros solo les hemos mostrado el lado que queremos que vean de nosotras mismas, el lado que satisface sus exigencias, y esto junto con su falta de interes hace que la barrera se haga mas grande dia con dia.

    Si vi que me agregaste al msn, gracias y espero un dia poder conversar contigo.

    Un beso grande!

    ResponderEliminar
  19. Wow, tu texto, tu forma de escribir realmente son muy buenas. Y realmente entiendo esos sentimientos. Siempre me sentí así de distante con todos. Cada vez que me demuestran algo de amor, me sorprendo y creo que es mentira. Pero no puedo echarle la culpa a nadie: es mía la culpa... Tampoco, nunca pensé en mí.
    Que estés bien <3

    ResponderEliminar
  20. No sabes cuanto entiendo esos sentimientos, el hecho de no ser tu por complacer a todos los demas...

    ResponderEliminar
  21. Quizás un poco de ambas cosas, de miedo y de valentía...

    Saludos y un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  22. ¿Cuántas veces tenemos miedo, y lloramos en silencio y ninguna mano se acerca para agarrarnos y conseguir que la oscuridad no nos lleve...?
    Muchas, demasiadas.
    Encontrarse es difícil cuando no estás seguro de quererte encontrar.
    A veces lo hacemos sin querer, y por miedo o por ignorancia, no somos conscientes de que la persona dibujada ante nosotros somos nosotros.

    Igualmente, cuando no se tiene el coraje... poco importa. Pero nunca fue culpa tuya, de nadie realmente. La valentía nace poco a poco, y llorar por no querer entrar es algo que aún a mi me pasa.

    Vivimos intentando complacer a los demás. Ser reconocidos. Y de soñar.
    Eres fantástica. El texto es... una parte de ti.

    ResponderEliminar
  23. Estoy a tiempo para que no me pase lo mismo... pero... ¿a qué da pena que sea de este modo?

    ResponderEliminar