Verdades que matan

Lo lamento me ha dicho miles de veces. Pero no logro perdonarlo.

Me siento sola, en un momento que ni sé si me corresponde.
Me siento perdida en el tiempo, he llenado mi corazón de mentiras, porque no encontraba otra solución.
He inventado miles de cosas, pero me cansé de mentirme para sentirme mejor.
La realidad es que... nada de lo que haga logrará borrar todo el dolor de 5 años imborrables, y nadie lo hará por mí.
Nadie entiende mi forma de actuar (tampoco lo tienen que hacer).
Me quieren cambiar, porque a nadie le gusta mi forma de vestirme, la forma en que expreso lo que no me agrada, la música que escucho. Pero nadie tiene ese derecho sobre mí.

Todavía no tuve el valor de decirle que lo poco que quedaba de nosotros, ha acabado.
Se resignaría, porque se sentiría solo. No porque sienta algo por mí.
Logré quitarlo de mi corazón.
Ya no lo extraño como antes.

Ya no lo quiero como antes.

Ya no quiero volver a verlo.
No necesito saber nada de él.
Ya no me importa.
Y eso me llena de sastifacción.

Lucharé por encontrar la paz que tanto necesito.
Porque aunque mi sentimientos no vuelvan a ser a los de antes.
Porque aunque nada de lo que fui, volverá a repetirse.
Los minutos me atan, y mi vida, sólo será un recuerdo del ayer.